lunes, 11 de mayo de 2015

ISO Automático

La mayoría de las réflex y las CSC (o mirrorless) e incluso compactas avanzadas, tienen la posibilidad de calibrar la sensibilidad ISO en modo automático, pero ¿en qué consiste?
Como su propio nombre indica, el ISO Automático, permite a la cámara cambiar la sensibilidad ISO para conseguir una correcta exposición. Esto que suena tan simple, tiene ciertas particularidades según como lo combinemos con los modos programados de nuestra cámara.

Prioridad a la obturación
Cuando combinamos el Auto ISO con el modo prioridad a la obturación, deberemos configurar una ISO máxima al activar el Auto ISO.
Hecho esto la cámara trabajará con la apertura que le indiquemos en cada momento y calculará la apertura correspondiente, como hace normalmente, pero si, abriendo el diafragma al máximo, no entra suficiente luz al sensor, la cámara subirá automáticamente el ISO hasta que sea suficiente para realizar la toma o hasta que llegue al máximo ISO configurado en el Auto ISO.
Con este modo, nos aseguramos de trabajar con la velocidad de apertura que nos interese y sabremos que siempre tendremos una correcta exposición.

Prioridad a la apertura
Cuando combinamos el Auto ISO con la prioridad a la apertura, deberemos configurar también la ISO máxima y además una velocidad de obturación mínima. La cámara siempre intentará trabajar con la menor ISO posible, a menos que la velocidad de obturación necesaria para una correcta exposición, caiga por debajo de la que hayamos configurado, en cuyo caso, aumentará la ISO todo lo que sea necesario, pero siempre sin pasar del máximo que hemos establecido.
Esta manera de trabajar, nos va a permitir seleccionar la apertura con la que queramos trabajar, sin preocuparnos de que la foto vaya a quedar trepidada por culpa de una velocidad de obturación lenta.

Modo manual
Esta es la combinación que se hace más rara. Combinar un modo manual con otro automático es, cuando menos, un poco “especial” y no está disponible en todas las cámaras. En realidad no tiene demasiado misterio, activamos el Auto ISO (normalmente marcando un ISO máximo) y trabajamos en modo manual como haríamos normalmente. La cámara se encargará de variar el valor ISO, para exponer correctamente la toma.
Este modo nos va a permitir controlar tanto la velocidad de obturación como la apertura, permitiéndonos controlar al mismo tiempo la profundidad de campo de la escena y la velocidad necesaria para la escena, sin preocuparnos por la exposición.

Conclusión
Yo, por lo general no soy muy amigo del Auto ISO, la verdad, pero como todos los automatismos de la cámara, en ciertas ocasiones, en las que la luz de la escena es muy cambiante y disponemos de poco tiempo para preparar cada toma, el Auto ISO puede ser una gran ayuda. Eso sí, como siempre, no esperéis a que se den situaciones complejas para experimentar con él. Es mejor conocerlo antes en situaciones que tengamos bajo control, para poder utilizarlo después, sabiendo lo que estamos haciendo y como se va a comportar nuestra cámara.

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