sábado, 1 de octubre de 2011

[Sudáfrica-Mozambique] Día 4: Pretoriuskop - Skuzuka

Nos levantamos muy temprano, como a las 5.30 de la mañana para poder estar en marcha cuanto antes, y asi poco despues de la apertura de las puertas del campamento, sobre las 6.15 estabamos metidos en el coche desayunando unas galletas a la caza de los famosos Big Five, elefante, rinoceronte blanco, búfalo, leopardo y león.


A pesar del madrugón, estabamos bastante despiertos y por mucho que nos advirtieron una y otra vez que no nos parasemos en cada antílope que nos encontrasemos, durante la primera hora no lo pudimos evitar. Estabamos demasiado emocionados como para no parar en cada kudu o impala.
En general tuvimos un día muy productivo en lo que a animales se refiere, prueba de ello es que antes de las 7 de mañana "capturamos" a nuestro primer Big Five, un rinoceronte. En realidad un pequeño grupo de 3.


Circulamos por el parque durante unas 3 horas buscando animales y parando al lado de cada bulto, mancha, o sombra que veíamos. En el fondo el parque Kruger viene a ser una especie de safari park a lo grande. Varias carreteras recorren todo el parque de un lado a otro uniendo todos los campamentos entre si, bien señalizadas y en su mayor parte asfaltadas. También hay algunos caminos sin asfaltar, pero están bien cuidados y apisonados para que cualquier vehículo pueda circular por ellos sin temor a quedarse atascado.
Volvimos a Pretoriuskop a recoger las mochilas, dejar la habitación y desayunar (algo mejor esta vez) para recuperar fuerzas y salir de nuevo a la caza.


Incluso tuvimos la suerte de encontrarnos cara a cara con un guepardo en un cruce, un macho de hecho, que estaba marcando su territorio a poco mas de 5 metros de nuestro coche. El felino estaba mas que acostumbrado a la presencia humana, aunque nos vigilaba, no parecía que nos considerase una amenaza, solo se molesto un poco cuando apareció otro coche en el cruce, demasiado rápido. El guepardo simplemente, se paró, agacho la cabeza ligeramente y erizó los pelos del cogote. Termino de marcar su territorio y desapareció entre la vegetación.


Seguimos camino a Skukuza, viendo todo tipo animales aunque en la mayor parte de ellos eran alguna clase de antilope.


En una de las intersecciones tuvimos la suerte de cruzarnos con otro coche desde el que nos dijeron que cogiésemos mejor el desvío de la izquierda que porque había un leopardo subido a un árbol a unos 200 metros. No son animales fáciles de ver así que nos dirigimos allí sin dudarlo.


Llegamos a Skukuza casi a las 4 de la tarde, con el tiempo un poco justo para comer unos sándwiches en la furgo, registrarnos y dirigirnos al parking donde teníamos que subir a un camión para lo que allí llaman un sunset drive.


Era un camión todo terreno con capacidad para unas 20 personas. En cada asiento había una manta porque la temperatura cae bastante cuando se oculta el sol y en los asientos de las esquinas tenían unos focos para que los pasajeros de esos asientos los usasen para iluminar la vegetación durante la noche.


Aunque no vimos demasiados animales durante el recorrido, mereció la pena la excursión. Lo mejor fue al momento en que el camión paró el motor en medio de la carretera y el guía nos explico como encontrar la cruz del sur. El cielo en el parque Kruger era impresionante, la ausencia total de contaminación lumínica permite ver una cantidad espectacular de estrellas, incluida la vía láctea.


Cuando regresamos al campamento, nos dirigimos a nuestros alojamientos. En esta ocasión teníamos un bungalow para 2 con baño y 2 safari tents que consistían en tiendas de campaña montadas permanentemente sobre una base de hormigón, con una puerta con llave, luz eléctrica y un par de camas de 90 en su interior.
Cenamos en el restaurante del campamento y nos metimos en la cama contentos por haber visto a 3 de los Big Five, un leopardo, elefantes y algunos rinocerontes.