lunes, 6 de febrero de 2012

Preparar equipo para viajar de "mochilero"


Este es un tema muy controvertido y ampliamente debatido por la red, así que no pretendo sentenciar si no simplemente dar mi opinión del tema, que además es consecuencia directa de mi estilo fotográfico y siempre pensando en un equipo basado en una cámara reflex.

En un viaje en plan mochilero lo primero es viajar ligero en general, tanto en el equipaje como en el equipo fotográfico, por tanto conviene pensar bien que tipo de fotografías vamos a tener ocasión de hacer ya que eso nos va a condicionar.

ÓPTICAS
Será conveniente saber donde vamos a pasar la mayor parte del tiempo y que oportunidades fotográficas vamos a tener a la hora de seleccionar las ópticas, pero lo normal será buscar 2 o 3 objetivos tipo zoom (o zum como dice la RAE) que nos cubran el máximo rango focal posible sin tener que cargar con mucho peso. Mucha gente prefiere un "todoterreno" tipo 18-200 de formato APS-C o un 28-300 de formato completo o alguno similar y la verdad es que son muy cómodos pero sacrificaremos luminosidad y calidad. A mi personalmente no me gusta, aunque por lo general ese va a ser mas o menos el rango de focales que vamos a buscar con nuestro conjunto de lentes, si bien buscaremos un objetivo más angular si va a predominar el paisaje (por ejemplo) y algún tele un poco más largo o un duplicador en caso de safaris fotográficos y similares. Lo malo de viajar de mochilero es que casi siempre necesitaremos un poco de todo y raras veces podemos prescindir de alguna de las lentes. Teniendo en cuenta que uso una D7000 con sensor APS-C, últimamente suelo viajar con un 10-20 de Sigma, un 17-50 f/2.8 de Tamron y un 70-300 f/4-5.6. Este último es el menos uso, pero si te gustan los retratos robados, seguramente lo uses más que yo o incluso te interese un tele de mayor calidad. En mi caso lo llevo por llevar cubierta la focal aunque tarde o temprano lo cambiaré por un tele similar pero de mayor calidad.
Aparte intento llevar siempre en el equipo el minúsculo 50 f/1.8 G que ni pesa ni ocupa apenas y para retratos a media distancia tiene un Bokeh bastante bueno.

FILTROS
Como siempre es cuestión de gustos, hay quien odia los filtros UV a muerte y opina que siempre es mejor usar el parasol a modo de protección pero, sobre todo en ambientes muy polvorientos, a mí me parecen bastante interesantes por protección y facilidad de limpieza.
A parte de eso, un buen polarizador siempre es una garantía para conseguir buen contraste y colores saturados en los paisajes.

BATERÍAS
Imprescindible llevar el cargador (evidentemente) y una o dos baterías de repuesto siempre cargadas al máximo. Es importante recordar cargar las baterías descargadas siempre que sea posible, aunque tengamos alguna otra cargada, porque en este tipo de viajes nunca se sabe cuando vamos a tener oportunidad de cargarlas de nuevo.

ALMACENAMIENTO
Para empezar unas buenas tarjetas de memoria, rápidas y de primera marca son siempre una garantía. Si además disponemos de un disco duro con lector de tarjetas para vaciarlas puede ser una buena opción, pero sinceramente, al precio que están las tarjetas de memoria no merece la pena el peso extra, nuestro objetivo es la ligereza. En cuanto a nº de tarjetas y capacidad de las mismas, pues hay que tratar de buscar un equilibrio entre no llevar demasiadas tarjetas que es engorroso y fácil perder alguna y que no sean demasiado grandes para que no sea muy grande el estropicio en caso de perdida o avería de alguna.
Para mi gusto lo ideal es unas 500-700 fotos por tarjeta y llevar como un 25% más de almacenamiento del que calculemos que vamos a usar. En cualquier caso no debería ser difícil encontrar tarjetas de memoria en sitios turísticos si nos quedamos cortos y normalmente suelen salir a un precio razonable.
Hay quien además lleva algún tipo de tablet, netbook o portátil donde descargar las tarjetas y editar alguna imagen. Además le sirve para estar conectado a internet cuando hay Wi-Fi disponible. Yo no lo he echado de menos nunca, cuando lo eche de menos me lo pensaré.

ACCESORIOS
El cable USB de la cámara o un lector de tarjetas compacto (de los que a veces regalan con las revistas) nunca vienen mal por si queremos enviar alguna por mail y no estorban mucho.
Un flash externo puede venir bien según el tipo de fotografías que vayamos a hacer, pero pesa y nos obliga a llevar un par de juegos de pilas recargables con su cargador correspondiente. Piensa bien si lo vas a usar porque si no cargaras bastante peso para nada. Yo personalmente no lo he echado nunca de menos, pero es un accesorio que uso más bien poco generalmente.
Un trípode compacto para largas exposiciones también es interesante pero una vez más, si no lo vas a usar, cargarás peso innecesariamente. El año pasado cargamos con uno (bueno no lo cargue yo) para 3 fotógrafos con 2 cámaras y prácticamente no lo usamos así que este año no lo hemos llevado y lo hemos echado poco de menos, en un par de ocasiones nada más, el resto de las veces nos ha bastado con usar apoyos improvisados como rocas, vallas, mesas, sudaderas... Siempre se puede recurrir a la típica bolsa de tela llena de arena que mencionan todos los fotógrafos o quizás sea una buena opción un trípode tipo gorillapod que aguante el peso de nuestra cámara.
También es interesante una cámara compacta para cuando queramos descansar del peso de la reflex o para cuando no es conveniente llevarla. Puede ser una buena compacta con RAW o incluso una compacta de las resistentes al agua y polvo si vamos a hacer alguna actividad en la que peligraría nuestra reflex.

LA BOLSA
Lo ideal es llevar la bolsa justa para el equipo que llevamos, ni más ni menos. Cuanto más compacta, mejor y si encima cabe en el mochilon del equipaje por si vamos a tener que cargarlo durante mucho rato (en un trekking o algo así) pues mejor aún.
El tipo de bolsa es ya algo muy personal, puede ser una mochila, una riñonera o como en mi caso, una bandolera. Lo importante es elegir la bolsa en función del equipo que vayamos a llevar y que sea lo más compacta posible sin que se nos quede corta.
Yo concretamente llevo una Kata 123 Go 10 que es super compacta y permite sacar la cámara deprisa. En la parte de la cámara me cabe la D7000 con el Tamron 17-50 montado y el 10-20 y el 70-300 a cada lado. Aparte tiene una pequeña "zona de carga" en la parte de arriba en la que llevo el 50mm f/1.8, las tarjetas de memoria, batería de repuesto, el mando remoto, un moleskine pequeño para tomar notas, un par de bolígrafos, unos prismáticos pequeños y poco más. En los bolsillos laterales meto el/los polarizadores y el "chubasquero" de la mochila.

MÁS COSAS
Importante no olvidar un kit básico de limpieza para las ópticas. Si viajamos a algún lugar con mucho polvo, puede que nos interese además algún limpiador compacto de sensor de esos tipo "boli". Es importante recordar que algunos líquidos de limpieza no se pueden llevar como equipaje de mano en los aviones y tienen que ir en el equipaje facturado si no queremos correr el riesgo de que nos los tiren a la basura.
Si nuestro destino es muy húmedo, se hace imprescindible buscar bolsitas de gel de sílice para llevar dentro de la bolsa de la fotografía que evitarán que la humedad se condense en el equipo. Se pueden comprar en muchos formatos, o preguntar en alguna tienda que las tire habitualmente. A mi me basta con acumular las que vienen con los zapatos, aparatos electrónicos o cualquier cosa que compre yo o algún familiar cercano al que se lo haya dicho. Tened en cuenta que estas bolsitas tienen un límite de absorción de humedad a partir del cual dejan de ser útiles y hay que reemplazarlas.
En general, hay bastantes accesorios que se pueden quedar en el albergue con el equipaje "gordo" la mayor parte del tiempo, pero algunos accesorios importantes como el cargador de las baterías por ejemplo, es conveniente no facturarlos al viajar en avión por si nos perdiesen el equipaje.

Creo que eso es todo, pero siempre se me puede olvidar algo.

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