martes, 7 de septiembre de 2010

[Viaje a Vietnam] Día 1: Llegada a Hanoi

Nuestro viaje empezó tranquilo, muy tranquilo en el aeropuerto de Barajas, ya que nos encontramos allí 3 horas antes del vuelo como nos habían recomendado desde la línea aérea y por supuesto, éramos los primeros de la fila de embarque un buen rato antes de abriesen los mostradores, así que aprovechamos para plastificar las mochilas antes de facturar y desayunar tranquilamente y aclarar las últimas cuentas para empezar el viaje de la mejor manera posible, pero cuando vimos que el vuelo Madrid-Moscú salía con 1 hora de retraso.

Una vez en vuelo las chicas convencieron a unas azafatas (al parecer les costo un poco convencerlas) para que le diesen un regalo que le habían comprado en Madrid a Ester, un vestido. Cuando se acercaron, le preguntaron a Ester si era su cumpleaños y le dieron la bolsa con el regalo... la pobre Ester no se enteraba de nada, durante unos segundos no entendía que estaba pasando, hasta que miro en la bolsa y se dio cuenta de que iba la película. Al cabo de un rato, las azafatas volvieron y le trajeron a Ester una chocolatina y una copita de champán.

Llegamos a Moscú con una hora de retraso lo que nos dejaba una hora menos para la escala así que ahora teníamos que correr por los pasillos en busca del vuelo Moscú-Bangkok que salía de otra terminal, pero aquello era un caos, desde el avión parecía que el aeropuerto estaba inmerso en la niebla, pero cuando aterrizamos nos dimos cuenta de que esa niebla era en realidad el humo de los incendios que asolaban los bosques cercanos. Fuera del avión buscamos el mostrador de transito, como la mayoría de los pasajeros, así que nadie se enteraba de nada, nos dieron una tarjeta de transito supuestamente para los 6, pero en cuanto intentamos pasar el control de pasaportes tuvimos que volver a por las otras 5, mientras Sara se quedaba sola al otro lado del control, pero no avanzo mucho porque después de toda la prisa que nos dimos en pasar el control de pasaportes, nos volvieron a retener para pasar el arco y los rayos X, todos los pasajeros juntos. De ahí volvimos a correr porque nos preocupaba perder el vuelo, siguiendo carteles minúsculos hechos con fotocopias en Din A4 y volvieron a retenernos para esperar un autobús que tardo una eternidad en aparecer y que nos llevo a la Terminal F que estaba al lado y por si fuera poco nos volvieron a llevar a otro control de pasaportes en el que solo había una persona que no nos dejaba porque tenia que venir una persona responsable para poder revisar los pasaportes y dejarnos pasar, por fin el último antes de subirnos al vuelo Moscú-Bangkok que estaba embarcando en ese momento con una hora de retraso.
10 horas de vuelo después estábamos en Bangkok, mas cerca de nuestro destino final, pero en el control de inmigración Sara vio a una azafata de la Thai esperando junto a la cinta de equipajes mientras sujetaba un cartel con nuestros nombres. Carlos no dudo en afirmar "eso solo puede ser bueno" "esa chica sonriente solo puede estar ahí para decirnos que nos mandan las maletas directamente a Hanoi, que no nos preocupemos" Evidentemente no fue así, nuestras maletas se habían quedado atrapadas en el caos de Moscú, así que fuimos rápidamente a reclamar nuestros equipajes temiendo que pudiésemos perder el vuelo Bangkok-Hanoi que teníamos que coger en unas 2 horas. Las azafatas de tierra tailandesas eran muy amables, pero pretendían mandar los equipajes en el siguiente vuelo de Aeroflot Moscú-Bangkok y luego mandarlos a Hanoi, que suponía como mínimo 4 días, un poco absurdo sabiendo que Aeroflot tiene vuelos directos Moscú-Hanoi, además les tuvimos que explicar que ese plazo inadmisible para nosotros sabiendo que viajábamos con una persona diabética que tenía su insulina demás cachivaches en una de las mochilas. Finalmente nos dijeron que harían lo que pudiesen para conseguirlo, pero no nos prometían nada, porque, según decían, los rusos no siempre les hacen caso con este tipo de cosas.

Viendo que no había mucho más que hacer, procedimos a buscar el mostrador y hacer el check-in del vuelo a Hanoi. Pretendíamos haber reclamado la indemnización correspondiente en Aeroflot, pero no había nadie en el mostrador y además segun terminamos de hacer el check-in (sin nada que facturar) un funcionario nos dijo que nos diésemos prisa que había mucha cola en el control de pasaportes, así que no nos arriesgamos y fuimos a coger nuestro último vuelo y el mas corto de los 3, aunque realmente hasta nos sobró algo de tiempo.

Después de un vuelo de algo menos de 2 horas, en el que sorprendentemente nos dieron de comer y que pasamos casi entero durmiendo, aterrizamos en Hanoi a eso de las 3 de la tarde, unas 27 horas después de habernos encontrado los 6 en el aeropuerto de Barajas, pero sin equipaje.
Nota: A estas alturas aun no habia sacado la camara, asi que no hay fotos, ya para la siguiente entrada habrá al menos un par de ellas.

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